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sábado, 23 de julio de 2011

Los 10 asesinos en serie mas famosos de la historia

Aquí os dejo un listado muy macabro de los 10 asesinos en serie mas famosos, peligrosos y crueles del la historia criminal. Algunos crimenes son tan espantosos que ya recomiendo des de el principio, que los que tenga debilidad por la sangre, no lo miren. También he dejado las imagenes de estos perturbados asesinos en serie.






                                 1-Armin Meiwes (2001-2004)
Armin Meiwes, un informático que devoró a su amante con el consentimiento de éste, al que conoció por internet. Por ello fue condenado a ocho años y medio de cárcel. Conocido como el caníbal de Rotenburgo, era un técnico informático de 42 años, cuyas fantasías
desde la infancia giraban en torno al canibalismo. Puso hace algo más de tres años un anuncio en un foro de Internet buscando personas dispuestas a ser asesinadas y devoradas, al que contestó Bernd-Juergen Brandes, un ingeniero de 43 años, que residía en Berlín, tenía la fantasía contraria -ser comido- y viajó al domicilio de Meiwes. 
Allí su anfitrión le cortó el PENE, lo pasó por la sartén, lo troceó y se lo comieron juntos, y después le mató con un cuchillo de cocina, descuartizó el cadáver, congeló los trozos y posteriormente se los comió.Meiwes, condenado a comienzos de 2004 por la Audiencia Provincial de Kassel "sólo" a ocho años y medio de cárcel al probarse que su amante accedió a sus antropófagos deseos, grabó en vídeo todos los detalles del proceso en tres cintas, con una duración de cerca de cuatro horas, pero en principio sus imágenes son prueba judicial y no podrán ser utilizadas. No es este el único intento de convertir en película una historia que podría ser protagonizada por un primo "gay" de Hannibal Lecter. Incluso a principios de este año se publicó en el diario sensacionalista Daily Star que Hugh Grant deseaba hacerse con los derechos y coprotagonizarla al lado de Brad Pitt, pero aquello puedo ser otra muestra de la inventiva periodística anglosajona. Lo cierto es que -según su abogado- el caníbal está escribiendo su autobiografía y recibe ofertas de otras productoras para hacer una versión cinematográfica. Armin Meiwes, con serenidad e incluso entre sonrisas, ha relatado sin pudor el ritual caníbal que ejecutó hace dos años en el sótano de su mansión dieciochesca en la localidad alemana de Rotenburg. «A él también le dio placer», dice de su víctima, un ingeniero berlinés de 43 años que siempre «había soñado con ser comido». La espeluznante acción de este ingeniero técnico -llevaba una vida normal- se ve superada por la sobrecogedora realidad de que existe un amplio público -de costumbres también corrientes- que espera con ansiedad contemplar la sangrienta obra en la pantalla pequeña. El caníbal de Rotenburg grabó en tres cintas de vídeo, de casi cuatro horas, cómo cortó el pene a Bernd Jürgen B., cómo ambos lo intentaron de todas las maneras posibles ingerir y cómo finalmente troceó y comenzó a devorar al moribundo. La filmación del Hannibal Lecter alemán se ha convertido en la snuff-movie más codiciada (snuff-movie: película en la que se tortura y asesina con el único fin de registrar los hechos por algún medio audiovisual). Por eso la Audiencia de Kassel, donde se desarrolla el juicio contra Meiwes, ha rodeado de fuertes medidas el trío de casetes que contiene las escenas que en el mercado negro de los más sádicos pueden alcanzar los 50.000 o 60.000 euros, según los expertos. Todo lo que rodea al caníbal huele a dinero: él mismo ha anunciado que escribirá sus memorias (a las que ya califican como futuro best-seller) y ha recibido ofertas millonarias para llevar su vida y obra al cine.Meiwes, acusado de asesinato con motivación sexual, ha confesado que se comió a su víctima porque le producía satisfacción sexual.¿Por qué lo grabó todo? Quería (y lo hizo) contemplar repetidas veces el vídeo para, mientras, masturbarse.Lo que pasa en la habitación más tétrica de las 47 del hogar de Meiwes supera la más despiadada imaginación. Al principio, ambos aparecen fumando y charlando. A las seis y media de la tarde, Meiwes procede a cortar el pene del berlinés, quien se había tomado 20 pastillas para dormir, dos frascos de jarabe y media botella de licor. Ambos cocinan e intentan comerse juntos el órgano amputado, pero tras pasarlo por la sartén e incluso hervirlo (provocó una reducción considerable de tamaño), el miembro es complicado de digerir. Bernd, desangrándose, se marcha a la bañera, perdiendo el conocimiento 10 horas después. Es entonces cuando empieza el descuartizamiento. Con simples cuchillos de cocina, Meiwes empieza a trocearlo. «Movía la cabeza de un lado a otro. Se puede ver un movimiento bucal», dijo un forense presente en la proyección del vídeo durante el juicio.


                                                   






                                2-Andrei Chikatilo (1978-1990)
Nació en Ucrania el 16 de Octubre de 1936, en una pequeña aldea en tiempos de hambruna, cuando morían millones de personas cuyos cadáveres se amontonan en las calles y campos, lo más cruel para el pequeño Andrei y su hermana era escuchar en el regazo de su madre como hermano mayor, Stepan había sido raptado y devorado, aunque no era un caso aislado en aquellos duros años treinta, el hecho marcaría notablemente al niño, quien se sentía en esos momentos más solo que nunca, de hecho no existe ningún documento que informe acerca del nacimiento o muerte de Stepan pero la manera en como su madre se los contaba hacia que la historia pareciera verídica. 
En la escuela era muy introvertido, incapaz de aceptar su miopía, (sus primeras gafas las tubo a los treinta años, y hasta los doce se orinó en la cama). Siempre era humillado por los otros compañeros, cualquiera podía decirle lo que fuese, él se limitaba a escuchar y a aguantar. No es de extrañar que con el tiempo, su ánimo se llenase con las lágrimas contenidas y con todas esas injurias. A medida que iba creciendo, se hacía más tímido con las mujeres, hasta el punto de hacer fracasar su primer intento sexual, por eyacular en pocos segundos mientras abrazaba una chica, de ahí surgieron los primeros rumores de su impotencia. 
Como todos los ciudadanos soviéticos sirvió en el ejército y luego se dedicó a los estudios, obteniendo tres títulos: en lengua y literatura rusa, en ingeniería y en marxismo-leninismo. 
En 1971, un diploma universitario le dio el grado de maestro. Sentía una creciente atracción por las menores de doce años, y se colaba en los dormitorios para verlas en ropa interior mientras se masturbaba con la mano dentro del bolsillo. Más tarde Chikatilo se refugió en el Comunismo, pero su fijación con el dogma político rayaba en la demencia. 
A pesar de su problema, pudo encontrar una esposa, y aunque era incapaz de mantener una erección, sí podía eyacular. Logró alcanzar en contadísimas ocasiones la suficiente erección para dejar embarazada a su esposa, pero no dejaba de pensar, que la naturaleza lo había castigado castrándolo al nacer. Era un marido de carácter estable y trabajador, un padre que nunca levantaba la voz ante los hijos, un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al corriente de la actualidad. Discreto, vivía con la rigurosa austeridad que corresponde a un verdadero soviético. 
En la escuela en la que trabajaba, sus alumnos se reían de él, le apodaban "el ganso" porque sus largos hombros encorvados hacían que su cuello pareciese alargado, y por que lo tenían por tonto. Él no hacía nada por remediarlo, tampoco cuando le empezaron a llamar "maricón", ni cuando le pegaban arrojándole una manta por encima o cuando lo sacaban de las aulas a patadas. Después de cierto tiempo le adquirió tanto miedo a los chicos que empezó a llevar un cuchillo a su trabajo. 
El 22 de diciembre de 1978, Chikatilo mató por primera vez a los 42, abordó en la calle a una niña de nueve años de edad, y la convenció para que se fuera con él a una cabaña que poseía en las afueras de la ciudad. Sabía como hablar a los niños, él mismo había sido maestro y tenía a sus dos hijos. Una vez allí la desvistió con violencia. Accidentalmente, le hizo un rasguño del que brotó sangre, hecho que le propició una erección inmediata, estableciendo el vínculo fatal entre sangre y sexo. Luego, sacó un cuchillo y se lo clavó a la niña en el estómago. Con cada puñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no cesó de hacerlo hasta la eyaculación. Chikatilo había intentado satisfacer su necesidad sexual movido por la esperanza de llegar a ser igual que los demás, pero no lo era. Su flacidez y las burlas de las mujeres que se lo recordaban a cada momento, era más de lo que podía esperar. También se dio cuenta de que su placer no consistía en acariciar los genitales ajenos, sino en maltratarlos. 
Dos días después de este crimen la policía encontró los restos de la niña en el río Grushovka, y cerca de la cabaña de Chikatilo una gran mancha de sangre. Los policías interrogaron al hombre, pero acabaron inculpando a otro agresor sexual, Alexander Kravchenko. Chikatilo era, por las paradojas que marcaban sus actos, más dual que nunca. 
Era el típico marido sumiso y asexual. Hacía todo lo que su mujer le ordenaba o casi todo. Ella solía desear los placeres del lecho con más frecuencia que él, y eso les llevaba a frecuentes discusiones, a que ella le recordase en todo momento lo taciturno e inerte que era. Su acusación de haber molestado sexualmente a los estudiantes le costo el trabajo, pero gano uno nuevo en una fabrica en el que tenia que estar viajando constantemente, siempre se estaba moviendo lo cual le ayudaba a escoger sus nuevas víctimas. 
Tres años pasarían antes de que Chikatilo asesinara por segunda vez, el 3 de septiembre de 1981. Su segunda víctima fue Larisa Tkachenko de 17 años de edad, la convenció de ir con él al bosque para tener relaciones sexuales, pero fallo en el intento por lo que ella se río de él, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la mujer y eyaculó sobre el cadáver, mordisqueo su garganta, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones. Luego, comenzó a lanzar aullidos mientras bailaba una danza de guerra alrededor del cuerpo, dejó el cuerpo sin vida con un palo enterrado. En esos momentos supo que volvería a matar. Los dos primeros asesinatos de Chikatilo tuvieron cierto carácter fortuito. Es posible que, en ambos casos, sus intenciones fueran solamente de índole sexual. Los gritos de terror le excitaban, pero era el asesinato en sí lo que presentaba para él el acto sexual supremo. 
Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, fue raptada de una villa y fue acuchillada 40 veces en el bosque, le mutilaron los ojos esto se volvería algo común en sus asesinatos, la firma mortal de Chikatilo. 
Chikatilo asesinó a otras 3 personas ese año, entre ellas se encontraba su primera víctima masculina, Oleg Podzhivaev de 9 años de edad, el cuerpo no se encontró pero Chikatilo afirmó ser el responsable y que le había arrancado los genitales, la prensa estaba enloquecida con el asesino en serie, el modus operandi era siempre el mismo, sus víctimas siempre se encontraban en los bosques, con indicios de violencia y sadomasoquismo, y en ocasiones les faltaban miembros a las víctimas, eran niños, niñas y chicas jóvenes. Entre ellos había muchos escapados de casa y retrasados mentales, pues se dejaban convencer más fácilmente y agradecían su ayuda en el laberinto del sistema de transportes local, con el que no estaban familiarizados. En 1984 asesinó a 15 personas, mientras el tiempo entre sus asesinatos iba disminuyendo el número de víctimas iba en ascenso. Chikatilo los elegía entre la multitud en estaciones ferroviarias y en paradas de autobús, y con algún pretexto, los convencía para que lo siguieran a alguna zona boscosa. Una vez allí les infligía numerosas puñaladas (entre treinta y cincuenta). Casi todas las víctimas sufrían la mutilación de los ojos. A las adolescentes o chicas jóvenes les seccionaba los pechos o los pezones, ya fuera con sus afilados cuchillos o con los dientes. El útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rosstov pasaron a ser sospechosos en potencia. Mientras las violaba, se enfurecía tanto por llegar tan rápidamente al orgasmo que les machacaba la cara a golpes. Para ocultar su impotencia, a veces, con la ayuda de una ramita, colocaba el semen en la vagina de la víctima. En el caso de los niños, los atacaba nada más hallarse a solas con ellos en el bosque: un golpe para aturdirlos con las manos atadas y unos golpes de cuchillo poco profundos para establecer su dominio sobre ellos. Posteriormente los mutilaba a mordiscos, les cortaba los genitales o solamente extirpaba los testículos, que guardaba a modo de trofeo. También arrancaba los ojos de todas sus víctimas, quizás para evitar encontrarse con sus miradas. En algunas ocasiones realizaba estas amputaciones cuando la víctima se hallaba aún con vida, aunque no consciente. En ninguno de los casos se encontraron las partes del cuerpo seccionadas en las cercanías de la escena del crimen. 
Además practicaba actos de canibalismo, en sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blanditas... En 1981, se convirtió en funcionario de abastecimiento de una fábrica, y el trabajo, que le obligaba a recorrer una buena parte de la región, le proporcionaba la tapadera perfecta. 
El Instituto Serbsky de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular, y por esperma hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rosstov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más. Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Por esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26.500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo, pues la amplia dispersión del asesino indicaba que éste disponía de un vehículo, factor que en Rusia era eliminativo. 
Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linoleo de su oficina, siete meses después con ese caso aun pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov, fue sentenciado a 15 días en prisión, pero la policía creía que él era el asesino, así que compararon la sangre de Chikatilo con el semen encontrado en los cuerpos de las víctimas e inexplicablemente no era el mismo tipo de sangre, fue sentenciado a un año en cárcel por el robo del linoleo pero el juez simpatizó con él y lo liberó antes, el asesino estaba libre otra vez. 
El 17 de octubre de 1990, volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz. Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y ésta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados. 
El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, el sargento Igor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Le pidió los documentos y elevó un informe de rutina. Cinco días después encontraban un nuevo cadáver en ese mismo lugar el cual estimaron que llevaba muerto más o menos una semana. 
El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB. 
El fiscal general de la provincia de Rosstov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Y ese mismo día, en efecto, fue retenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándole con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psicólogo a quién acabó confesando 53 asesinatos. Posteriormente guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico". 
Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía: "Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y ha permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados. Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales (...) En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de no tener freno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores." Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico. 
Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991, dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba "legalmente cuerdo". El juicio de Andrei Chikatilo se iniciaba en abril de 1992, y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó el pene gritando: "Fijaos que inutilidad, ¿Qué os pensáis que iba a hacer con esto?" 
Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la pena capital, y fue ejecutado en la prisión de Moscú el 16 de febrero de 1994. 
                                                          










                                          3-Albert Fish (1928-1936)
                                                              El 11 de Noviembre la señora Budd recibió una carta cuyo contenido la dejó de una sola pieza: 
"Querida señora Budd: 
Hace algunoas años, mi amigo el capitán John Davis, zarpó de California hacia Hong-Kong, que por aquel entonces estaba sufriendo los problemas del hambre. Las calles se habían vuelto muy peligrosas para los niños menores de 12 años, pues existía la costumbre de matarlos, cortarlos en pedazos y vender su carne como alimento. Antes de partir a New York mi amigo capturó a dos niños (6 y 11 años respectivamente), los mató, guisó su carne y se la comió. 
Esa es la razón se que hace unos años yo acudiera a su casa el 3 de Junio de 1928 y, con el 
pretexto de acompañarla a una fiesta infantil que iba a dar mi hermana, me llevara a su hija 
Grace hasta una casa abandonada de Westcher County, Worthington, donde la extrangulé, la corté en pedazos y comí parte de su carne. No me la tiré. Murió siendo virgen." 
La señora Budd sufrió un terrible sock que la llevó a ponerse en contacto con la policía, que tras una ferrea investigación, lograron determinar la procedencia de la carta. Siguieron la pista de Albert Fish hasta una mísera pensión de la calle 52 donde fue arrestado el 13 de Diciembre. Entre las pertenencias que se hallaron en su casa se destacaron los recortes de periódico donde se narraban loscrímenes de Fritz Haarmann, el carnicero de Hanover. 
En su decalracón, Fish afirmó que después de haber estrangulado a la niña, le quitó la ropa, le cortó la cabeza con un trinchante y partió su cuerpo en dos con una sierra a la altura del ombligo. Escondió la mayor parte del cuerpo en el lugar del crimen y se llevó consigo cierta cantidad de carne, que cocinó de varias formas (con zanahorias, cebollas y con tiras de beacon) , y que consumió durante el curso de las semanas siguientes. 
Mientras le estudiaba un psiquiatra, Fish confesó que se sentía obligado a torturar y matar niños, y que solía actuar siguiendo ordenes divinas de Dios, cuya voz oía frecuentemente. En cuanto a la canibalización, Fish contó que esos actos le provocaban un estado de extasis sexual muy prolongado. 
En el juicio se demostró que no hubo ninguna perversión que no practicara, y con frecuencia. Fish admitió haber abusado de al menos 100 niños y haber asesinado otros 15. Sus perversiones no se limitaban a otras personas ya que el también gustaba de practicarse dolor a si mismo. Uno de sus sistemas favoritos era clavarse agujas alrededor de los genitales. Una radiografía descubrió un total de 29 agujas en el interior de su cuerpo (algunas con tanto tiempo que habían empezado 
a oxidarse). En otrs ocasiones había intentado introducirse agujas debajo de las uñas, pero no tardó en renunciar a ello cuando el dolor se hizo insoportable. También confesó las emociones que experimentaba al comerse sus propios excrementos, y el obsceno placer que le producía introducirse trozos de algodon empapado en alcohol dentro del recto y prenderles fuego. 
Los hijos de Fish contaron como habían visto a su padre golpeandose el cuerpo desnudo con tablones claveteados hasta hacer brotar sangre. 
Finalmente fue condenado a la silla eléctrica. Fue ejecutado el 16 de Enero de 1936 en lo que fue la experiencia más agradable y afrodisíaca que jamás experimentó Albert Fish (acudio a su ejecución entusiasmado en busca de nuevas experiencias).














                                     4-Jack el Destripador (1888)
Jack el Destripador (Jack the Ripper en ingles) es el más conocido de los seudónimos que se le dieron a un asesino en serie no identificado que cometió varios crímenes en 1888, principalmente en el distrito de Whitechapel, en Londres —así como en las áreas empobrecidas de los alrededores—. El apodo se originó de una carta escrita por alguien que se adjudicaba los asesinatos bajo este seudónimo, y como resultado de su difusión por los medios de comunicación, ese nombre pasó a ser conocido por la sociedad en general. A pesar de ello, varias fuentes consideran que el documento se trata realmente de una broma elaborada por algún periodista, en un intento de aumentar el interés en la historia y, al mismo tiempo, armar un escándalo. Otros seudónimos con los que también es conocido el homicida son «El asesino de Whitechapel», «Mandil de cuero», además de «Genio independiente», este último acuñado en una carta escrita por George Bernard Shaw.

Con frecuencia, Jack el Destripador es descrito como un asesino inteligente, eficaz, burlón, astuto, frío y obsesionado por el asesinato.Los ataques que se le atribuyeron involucraban a mujeres prostitutas de barrios pobres y tenían un modus operandi distintivo, que consistía en degollamientoestrangulación y mutilación abdominal. La extracción de los órganos internos de al menos tres de las víctimas llevó a pensar que el asesino tenía conocimientos anatómicos o quirúrgicos. Por otra parte, los rumores de que los asesinatos estaban relacionados entre sí se intensificaron entre septiembre y octubre de 1888, período en el que apareció una gran cantidad de misivas escritas por uno o varios sujetos anónimos, enviadas a Scotland Yard y los medios. Uno de los textos, recibido por George Lusk del Comité de Vigilancia de Whitechapel, incluía medio riñón humano preservado, supuestamente de una de las víctimas.Debido al carácter extraordinariamente brutal de los asesinatos y el enfoque que los medios de comunicación les dieron a los mismos, el público creyó que en verdad se trataba de un único asesino: Jack el Destripador. La amplia cobertura que la prensa le otorgó a dichos eventos provocó que alcanzaran notoriedad a nivel internacional. Una investigación sobre los asesinatos en Whitechapel cometidos hasta1891 no pudo resolver con certeza si todos los crímenes se conectaban con los asesinatos en 1888; para entonces, la leyenda de Jack el Destripador comenzaba a solidificarse.
Debido a que los homicidios jamás fueron resueltos, las leyendas en torno a ellos se convirtieron en una combinación de investigación histórica genuina, folclórica, y pseudohistórica. Desde entonces, se tiene constancia de más de un centenar de teorías sobre la identidad del Destripador, mientras que los acontecimientos han influido en múltiples obras de ficción literarias, cinematográficas y artísticas.















                                      5-Ed Gein (1954-1957)
                                                                 Ed Gein era un apacible carpintero de Plainfield, o eso creían sus vecinos. 
En la adolescencia perdió a su hermano Henry (1944) y a su madre (un año más tarde). Perder la autoritaria guía de su madre hizo que Ed se encerrara en sí mismo y dejara echarse a perder la granja familiar que en aquellos momentos mantenía. Se volvió un poco raro y los habitantes de 
Plainfield no tardarían en darse cuenta de hasta donde llegaba su rareza. 
La desaparición de Bernice Worden llevó al alludante del Sheriff hastala granja de Gein. Cunado llamó a la puerta nadie contestó y entró por su cuenta. Allí comenzó el horror. 
El cuerpo sin cabeza de B. Worden colgaba sin cabeza de las vigas del cobertizo colgado por los tobillos. Todo había había empezado con su madre, la cual no hacía mas que poner pegas a sus instintos sexuales y acabó por prohibirle establecer cualquier tipo de contacto con las mujeres, lo que acabó dando como resultado que el joven Ed desarrollara un morboso y poco natural interés por la anatomía femenina. 
Tras la muerte de su madre, Ed empezó a desenterrar cadaveres de cementerios para llevarselos a su casa para examinarlos y usarlos en actos de necrofilia y, según el, para tomar su carne como alimento. 
Los agentes de policía que registraron la granja de Ed, encontraron infinidad de objetos que tenían como materia prima los cadaveres: había brazaletes y pantallas de lámpara hechos con piel humana, cabezas disecadas, un cuenco para sopa hecho con la tapa de un cráneo, sillas copas y cuchillos hechos con piel, carne y huesos humanos. También el registro de la granja reveló otros horrores como las calaveras al pie de la cama, máscaras de piel humana, una caja de zapatos llena de vaginas disecadas, un cinturón de pezones y un delantal hecho con el torso 
desgarrado de una mujer entre otras sutilezas. 
En su confesión voluntaria habló del placer sexual que obtenía envolvía su cuerpo desnudo con la piel de sus víctimas. 
Los patólogos estimaron que los restos que hallaron en la granja eran de 15 personas distintas. No fue condenado pero fue encerrado en un centro psiquiátrico donde murio en 1984 a los 77 años de edad despues haber sido un prisionero modelo. 
Su granja fue quemada por los vecinos de la localidad y aun hoy recuerdan como Ed les había obsquiado con suculentas piezas de carne, que había afirmado que eran de animales que el cazó, pero que posteriormente en su juicio, Gein reconocio que eran los despojos sobrantes de sus festines necrofágicos.           














                            6-Georg Karl Grossman (1913-1921)
Georg Karl Grossman fue uno de los personajes más desagradables de la historia de Alemania. Grossman era un monstruo en la vida real y estaba dominado por perversiones tan depravadas que parecen sacadas de las películas gore más atroces. 
Nació en Neurupen en 1863 y fue un degenerado sexual y un sádico desde jovencito. Cuando murió había cumplido 3 condenas por abusos sexuales y físicos a niños algunos de los cuales acabaron con la muerte de la infantil víctima. En su juicio Georg declaró que también se había entregado a la bestialidad y la necrofilia. 
En 1921 la policía fue alertada por un vecino de Grossman, que había oido unos golpes y gritos la casa de al lado. Cuando llegó la policía los golpes habían cesado, los gritos también. Pero cuando entraron en la casa de Georg hallaron una joven muerta, aun caliente, preparada para ser asada y consumida en una barbacoa. 
Grossman llevaba 8 años viviendo en aquel apartamento y el número de chicas de la calle que pasaron por allí para satisfacer el apetito de Georg era tan grande, que se podría haber alimentedo a todo la población de Leganés con su carne durante 1 semana. Para hacerse una idea de la magnitud que alcanzaron las hazañas de Grossman solo hay que recurrir a la cantidad de restos humanos que fueron descubiertos en la habitación de Gerog cuando fue arrestado: partes de todo tipo de los cuerpos de al menos 3 mujeres distintas que había asesinado y descuartizado 
en las 3 últimas semanas. 
Pero lo suyo no acaba ahí. El hombre sabía sacar provecho económico de sus placeres y convertía a sus víctimas en perritos calientes que posteriormente vendía en la estación de tren. Georg Karl Grossman ahorraba dinero consumiendo sus propios productos. En cuanto a los restos inservibles, se limitaba a arrojarlos al río Spree. 
No se sabe cunatas víctimas (todas mujeres) cayeron a manos de Georg; Ha sido imposible determinarlo. Grossman acabó suicidandose en su celda mediante el ahorcamiento. 














7-Jeffrey Dahmer "El Carnicero de Milwaukee" (1978-1991)
                                                    Se trata de un asesino en serie estadounidense cuyo perfil psicológico es prototípico del hombre carente de todo aquello que hace tolerable llevar una existencia normal. Su actitud negativa le impidió tener amigos, relaciones, trabajos, intereses, ocupaciones, dinero, esperanzas o simplemente un lugar dónde vivir. Nunca llegó a socializarse y su cavernoso interior emocional se fue degradando mientras llenaba ese enorme vacío de fantasmas. 
Nació el 21 de mayo de 1960 en el hogar de un matrimonio problemático compuesto por un conocido investigador químico y una neurótica emotiva y autocompasiva. Era un niño tímido y solitario que temía el abandono y daba la impresión de estar desamparado. 
El joven Jeffrey no hacía más que gritar pidiendo atención desde la temprana edad, aunque fuera subconsciente. Pero esos gritos no fueron oídos por unos padres demasiado absortos en sus propias guerras personales durante un amargo divorcio que dejó al niño con la sensación de ser abandonado. 
Pronto se interesó por la anatomía animal. En el sótano de su casa guardaba un montón de huesos de conejos, pollos y otros animales, sintiendo gran curiosidad por verlos dentro de los animales vivos que manipulaba. Su familia cambió de vivienda seis veces antes de establecerse en 1968 en Ohio. La mayor parte de su infancia la pasó escondido en un cobertizo de madera en una colina cazando insectos en frascos y conservándolos en formol. Luego pasó a las ardillas, mapaches y otras piezas más grandes, transportando los cuerpos hasta el bosque, donde los dejaba pudrirse. Luego sumergía los restos en lejía para limpiar y blanquear sus huesos. 
Su madre, tras una temporada en el hospital, tubo que guardar cama por el resto de sus días por haber ingerido enormes cantidades de tranquilizantes y otras drogas, hecho que ensimismaría a Dahmer en un aislamiento inquebrantable. 
A los once años ya hablaba de manera monocorde. Se convirtió en un solitario, balando como una oveja en el aula de clase o comportándose como un retrasado en las tiendas para llamar la atención de sus compañeros. También comenzó a beber y a masturbarse compulsivamente utilizando revistas para homosexuales o mirando las entrañas de los animales que cazaba. A los dieciséis años solía ir borracho a clase, donde tenía un solo amigo que era proveedor de marihuana y con quien se colocaba a diario. El joven se refería al alcohol como su "medicina", un tónico autorrecetado con la intención de calmar sus momentos de angustia. Y ese alcohol a su vez, alimentaba su inclinación hacia la excentricidad. 
A los diecisiete años, tras observar un joven que a diario pasaba haciendo jogging delante de su casa, sintió un deseo desenfrenado de poseerlo. Como no se atrevía a abordarlo para entablar una conversación, optó por coger un bate de béisbol y se dispuso a esperarlo con la idea de atacarle cuando pasara, pero afortunadamente el joven dejó de ir a correr por esa zona, salvándose de haber sido una primera víctima del atormentado Jeffrey Dahmer. 
Al año siguiente, su padre abandonó el hogar, y al poco tiempo, el 18 de junio, el chico se venga recogiendo en la carretera a un autoestopista, a quién llevó a su casa y asesinó, luego metió el cuerpo en un saco de basura y lo arrojó por un barranco. 
Después de esto, entró en una crisis depresiva y renunció a seguir viviendo, pero su padre lo envió a la Universidad. Allí también fue rechazado por su contínuo estado de embriaguez, y en diciembre de 1978 su padre lo obliga a alistarse en el ejército, pero sus continuas borracheras no cesan. Al licenciarse va a vivir con su abuela, en donde muestra una posible reinserción, pues comienza a ir a la iglesia, a leer la Biblia e incluso reduce su dosis de alcohol y encuentra trabajo en una fábrica... 
Pero poco le duró esa vena. Al poco tiempo comenzó de nuevo a masturbarse insistentemente e incluso robó un maniquí de una tienda, que le hacía las veces de compañero sexual. También empezó a frecuentar las saunas de Milwaukee, en donde se daban cita algunos homosexuales para tener relaciones anónimas e impersonales, pero le resultaba difícil conseguir la erección mientras sus parejas estaban despiertas, por lo que optó por drogarlos con somníferos antes de mantener una relación sexual. Después de esto, ninguno de sus amantes cuando volvían en sí querían volver a saber más de él, por lo que creyó más oportuno buscar un cadáver para satisfacer sus instintos sexuales. 
Esa misma noche, tras asistir al funeral de un joven de dieciocho años, fue a desenterrarlo al cementerio, pero no lo consiguió por que el suelo estaba congelado debido a las bajas temperaturas. 
En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente y desembocó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa. 
Un año después mataba por segunda vez. Esta vez se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida dopada. Dahmer se despertó al día siguiente encima de un cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Lo que sí revive es cómo tras levantarse mete el cadáver en el armario y sale a comprar una gran maleta para trasladar el cuerpo a casa de su abuela. Allí cuenta que lo guardó en el sótano y lo desmembró, envolviendo la cabeza en una manta y guardándola en una estantería para hervir más tarde el cráneo y blanquearlo. 
Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que tenía ocasión. Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos. 
Dahmer seguía la predecible pauta de los asesinos en serie. Empezó matando cautelosamente asustado por sus crímenes. Luego el ritmo aumenta y se convirtió en una máquina de matar más efectiva. Está más que demostrado que estos asesinos con el tiempo se vuelven arrogantes y despreocupados convencidos de que no pueden ser apresados por ningún ser mortal, creyendo tener máximo poder y autoridad sobre los demás. 
Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su apartamento con la promesa de dinero y favores y después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos. Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino "mixto". 
En una ocasión, una de sus víctimas logró marcharse antes de que las drogas surtiesen efecto, y la policía efectuó un registro de la casa, pero afirmaron no haber hallado nada... 
El 30 de enero de 1989 fue declarado culpable de atentado contra el pudor en segundo grado, por seducir a un menor de 13 años con propósitos indecentes, y antes de comenzar a cumplir la condena de un año de cárcel, mató otro joven, guardó el cuerpo en el cuarto de baño y para su mayor satisfacción sexual lo mutiló y le pintó el cráneo con aerosol. 
En marzo de 1990 se trasladó a vivir a un deteriorado piso, en dónde adquirió una larga mesa y dos grifos de plástico para extender los cuerpos de sus víctimas. Allí tomaba fotos de sus amantes con una cámara Polaroid una vez muertos. Luego, congelaba los órganos, comía parte de la carne y hervía el resto en una enorme olla antes de echarlos en un gran contenedor de basura preparado con ácido. 
Normalmente, el caníbal rajaba los cuerpos desde el cuello hasta la ingle frotando las vísceras para procurarse un mayor placer sexual, pero llegó un momento en que este placer no era suficiente y con sus víctimas pensó en crear "zombis" o muertos en vida que pudiera conservar sin que se deteriorasen, agujereando los cráneos e inyectándoles un líquido. 
A veces se bañaba en compañía de los cadáveres. En la nevera guardaba los corazones, en el congelador las cabezas, en el fichero los cráneos y en la cama un cuerpo descompuesto. Así lo contaron los policías que registraron su casa horrorizados una vez que lograron arrestarlo el 23 de julio tras la denuncia de otra víctima que logró fugarse de su casa. 
El joven, atado con unas esposas, había alertado a la policía diciendo que un hombre con un cuchillo le había amenazado con arrancarle y comerle el corazón. 
Cuando la última víctima escapó de su apartamento en medio de la agresión, el asesino aguardó tranquilamente a que llegara la policía y no hizo ningún esfuerzo por destruir u ocultar la gran cantidad de pruebas que guardaba en su domicilio: centenares de fotografías de sus víctimas tanto muertas como vivas, cráneos y partes del cuerpo en bidones, cajas y en el congelador. 
Según su abogado, si no se había resistido es porque deseaba terminar con todo aquello. Deseaba ofrecer a la policía una declaración completa de lo que había hecho, puesto que no podía culpar a nadie salvo a él mismo. 
Según Park Dietz, psiquiatra forense que actuó como consultor en el estudio sobre asesinos en serie del FBI, Dahmer encaja perfectamente en la subcategoría que se denomina "marginal": una persona propensa a la furia asesina si cree que está siendo abandonada, con una perversión capaz de realizar actos sexuales con la víctima una vez muerta. El desorden de esta personalidad marginal está marcada por el miedo al abandono y la incapacidad de tolerar el aislamiento o el aburrimiento. Una teoría habitual es que puede relacionarse con abusos en la infancia. La gente que teme el abandono puede sentirse ultrajada cuando alguien que desean que se quede va a marcharse. En este sentido, el asesino en serie normal llega a serlo por su carácter antisocial o por tener fallos de carácter y también a través de desviaciones sexuales, normalmente sádicas y necrofílicas. 
Muchos niños que no reciben la atención que ansían en casa, la buscan en la escuela. Dahmer lo hizo con sus extravagancias y su comportamiento muchas veces cómico, pero terminó siendo marginado. No sólo se sintió fracasado en su casa, también en la escuela, en la Universidad y en el Ejército. Era evitado y humillado, puesto de lado. Eso debió dejarle con una terrible sensación de angustia y desamparo. Por ese motivo proyectó sus sentimientos sobre sus víctimas. Las humillaba, las descuartizaba y luego las dejaba de lado también. 
El juicio comenzó el 27 de enero de 1992. Desde el principio quedó claro que le impulsaba un trastorno mental, a pesar de que él hacía todo lo posible por disimular su trastorno. 
Dahmer se mostró tan sincero y cooperador como muchos otros asesinos en serie, sin embargo ni él mismo podía entender cómo había sido capaz de cometer todas aquellas atrocidades. Todos los presentes pudieron darse cuenta de hasta qué punto sus compulsiones y fantasías se habían apoderado de su mente, empujándole a seguir asesinato tras asesinato. 
Después del veredicto habló por primera vez al tribunal diciendo "Señor juez, todo ha terminado. Me siento muy mal por lo que hice a esas pobres familia y comprendo su merecido odio. Asumo toda la culpa por lo que hice. He hecho daño a mi madre, a mi padre y a mi madrastra, pero les quiero mucho. 
" El Carnicero de Milwaukee fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso. Tras la noticia, los padres de Dahmer se pelearon por la posesión de su cerebro llegando incluso a enfrentarse ante los tribunales. La madre deseaba vendérselo a un hospital de investigación mental, mientras que el padre sólo deseaba enterrarlo lejos de todo el mundo y de su memoria. 
También los parientes de sus víctimas, representados por un abogado, consiguieron hacer negocio con los utensilios utilizados por el asesino para trocear y desangrar. Su nevera se subastó públicamente, al igual que todo tipo de cuchillos, sierras, picadoras y taladros. 
Un grupo de ciudadanos de Milwaukee compró el lote completo con intención de montar un "museo de los horrores" para la atracción de los turistas, pero al final no se atrevieron a llevar a cabo el proyecto y destruyeron el macabro legado del caníbal.
















                                  8-Aileen Carol Wuornos (1989-1990)
                                                                                       Entre diciembre 1989 y de septiembre de 1990, aparecieron los cuerpos de varios hombres asesinados a lo largo de las carreteras de la Florida norte y central. 
Fueron determinantes las pruebas contra Aileen, pues sus huellas dactilares aparecieron en las pertenencias de Mallory y de Antonio que habían sido empeñadas cerca de la playa de Daytonay. Ella dejó como referencia en la tienda de empeños su nombre real en las tarjetas de registro de los objetos, esta prueba fue lo que dio con ella. 
Aileen confesó el asesinato de los seis hombres, alegando que éstos abusaron sexualmente con fuerza cuando trabajaba como prostituta de la carretera, por ello los mató en defensa propia. La sentencia del juicio la condenaba a muerte. 
Cabe señalar que dos semanas después de su detención, Aileen y su abogado ya habían vendido las derechos de su historia para llevarla al cine. 


Víctimas 
Richard Mallory, 51 años, dueño de una tienda de electrónica de Clearwater. El 1 de diciembre 1989, un diputado del condado de Volusia descubrió el vehículo abandonado de Richard Mallory. Su cuerpo fue encontrado el 13 de diciembre, a varias millas en una zona de selva. Mallory había sido tiroteado, pero dos balas al pulmón izquierdo fueron las que le causaron su muerte. 
David, 43 años, trabajador de la construcción del jardín del invierno, su cuerpo fue encontrado el 1 de junio de 1990, a lo largo de la carretera 19 en el condado de la fruta cítrica. Su cuerpo estaba desnudo con seis balas en el torso. 
Charles Carskaddon, 40 años, temporero del rodeo, su cuerpo se encontró el 6 de junio de 1990, en el condado de Pasco. El forense encontró nueve balas de calibre pequeño en su pecho y abdomen. 
Troy Burress, 50 años, vendedor de salchichas de Ocala, desapareció el 31 de julio de 1990. El 4 de agosto de 1990 la policía encontró el cuerpo en una zona de selva en el condado de Marion. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición pero se evidenciaba que había muerto por dos balazos. 
Charles "Dick" Humphreys, 56 años, jubilado de la fuerza aérea, su cuerpo apareció en el condado de Marion el 12 de septiembre de 1990 con seis balas en la cabeza y el torso. 
Walter Jeno Antonio, 62 años, su cuerpo se encontró el 19 de noviembre de 1990 cerca de un camino del condado de Dixie. Su cuerpo estaba mediodesnudo, y le habían tiroteado cuatro veces en la nuca y cabeza. 
Peter Siems, 65 años. En junio de 1990, Peter Siems salió de Florida, dirigiéndose hacia Nueva Jersey. La policía encontró su coche el 4 de julio de 1990. Los testigos identificaron a Tyria Moore y Aileen Wuornos como las dos personas vistas el dejar el coche donde fue encontrado en última instancia. Una impresión de la palma de la mano en la puerta del coche condució a inculpar a Aileen. El cuerpo de Siems nunca apareció. 
La vida de Aileen ha sido llevada al cine recientemente bajo el título de “Monster”. 
















                                     9-El Asesino del Zodiaco (1960-1974)
                                                                                 Hace más de 30 años, el asesino del zodiaco frecuentó el área de la bahía de San Francisco cometiendo asesinatos al parecer al azar. A pesar de décadas de investigación por las cuatro fuerzas policiales, el Ministerio de Justicia de California, el servicio postal de los E.E.U.U., y el FBI, las autoridades nunca han identificado al autor de las matanzas. El asesino del zodiaco se ha ligado a siete asesinatos conocidos. Cada uno de éstos fue seguido por cartas enviadas por el autor de los asesinatos a los periódicos locales donde detallaba los crímenes, con apuntes que sólo el asesino podía saber. 
Estas cartas fueron enviadas entre 1966 y 1974, comenzaron generalmente con el saludo: "éste es el zodiaco que habla" y fue firmado con lo que se ha convertido la insignia de los asesinos del zodiaco... una cruz dentro de un círculo. 
Una carta enviada a la prensa local declaró que Cheri "no es la primera y no será la última" . "Habrá más." 
El 20 de diciembre de 1968, David Faraday,de 17 años y Betty Lou Jensen, de 16 fueron encontrados en un camino rural al este de Vallejo en California. Un pistolero de noche los encontró allí y mató a ambos adolescentes, a David le habían pegado un tiro en la cabeza y Betty Lou apareció a pocos metros con cinco tiros en la espalda con una pistola automática del calibre 22. 
El 4 de julio de 1969, Michael Mageau, de 19 años y Darlene Ferrin,de 22, conducían de noche en la ciudad. Michael creyó que alguien los estaba persiguiendo pero Darlene reconoció al motorista y le dijo "no te preocupes." 
Pero en mitad de la noche, fueron atacados cuando un vehículo familiar se les acercó abriendo fuego con una pistola de 9mm. Disparó cuatro veces, Michael sobrevivió; Darlene, con nueve heridas, murió camino del hospital. Cuarenta minutos después, un policía local recibió una llamada anónima, informándole del asesinato. Antes de colgar, dijo: "también maté a esos cabritos el año pasado." Los amigos y parientes recordaron que Darlene Ferrin había estado sufriendo el hostigamiento con llamadas telefónicas anónimas y las visitas de intimidación de un extranjero semanas antes de su muerte. Darlene dijo que se llamaba Paul quien le dijo que iba a acabar con ella pues había sido testigo de un asesinato. La policía buscó a "Paul" pero nunca fue localizado ni identificado. 
El 31 de julio de 1969, el asesino envió cartas a tres periódicos de la bahía, cada uno contenía una mitad de una cifra secreta. El mensaje decía "Es un placer matar a la gente, es más, me divierte." El autor explicaba que matar requería un gran esfuerzo, se trataba de "recoger esclavos," quienes le servirían en la vida futura. Otra correspondencia enviada el 7 de agosto, introdujo el nombre del "zodiaco" y con los detalles del último asesinato. 
El 27 de septiembre, Bryan Hartnell y Cecilia, ambos de 20 años, gozaban de una apacible comida campestre en el lago Berryessa cuando fueron atacados por un pistolero encapuchado. Apuntándolos con una pistola, el extranjero se describió como un presidiario que se había escapado y necesitaba su coche para "ir a México." Apuñaló a Bryan cinco veces y a Cecilia 14 veces. El asesino se detuvo en el coche de Bryan y escribió en la puerta: 12-20-1968 y 7-4-1969 
Una llamada telefónica puso en alerta a la policia sobre brutal crimen pero un pescador ya había descubierto a las víctimas. 
El 11 de octubre dispararon a Paul Stine, taxista de San Francisco con una pistola automática de 9mm. Los testigos vieron como el pistolero se escapó corriendo. En la estela del asesinato de Stine, el asesino del zodiaco lanzó una nueva carta así como un trozo de la camisa del taxista. También hizo llamadas telefónicas a la policía de Oakland amenazando "atacar a un autobús escolar", también aseguró cambiar su método de "recoger almas": "parecerán los robos rutinarios, matanzas en cólera, y algunas simularán suicidios". 
En 1970, Kathleen Johns conducía con su hija cerca de California, cuando un motorista se acercó para decirle que un neumático posterior de su coche estaba deshinchado, el motorista le ayudó pero cuando retomó la marcha, la rueda se cayó. Su benefactor le ofreció llevarlas al taller más cercano, cogiendo a Kathleen en una impulsión sin rumbo a través del campo, amenazando su vida y la de su niña. 
Nueve cartas más fueron recibidas del asesino del zodiaco entre abril 1970 y 1971. Hasta hoy, el caso sigue ABIERTO.      
















                                        10-David Berkowitz (1953-1977)
 Fue uno de tantos niños casi abandonados a su suerte cuando era pequeño, pero la mente de Berkowitz no pudo asimilar tanta soledad y tantos problemas y ya en su adolescencia comenzaron sus desdoblamientos (doble personalidad). 
Nunca se adaptó a la vida y a la sociedad, y a los 23 años se compró un revólver y comenzó a matar. Sus asesinatos sembraron el terror en Nueva York, y entre 1976 y el año siguiente, Berkowitz asesinó a seis personas y consiguió herir a otras siete. 
David asesinaba sin razones, lo hacía a diestra y siniestra, sin importarle si quien moría con las balas que disparaba era negro o blanco, hombre o mujer, joven o viejo. La popularidad se le subió a la cabeza y terminó convirtiéndose en su propio personaje. 
Pero o bien era un chapucero o bien, en el fondo, deseaba que le pararan, pues terminó dejando pistas para la policía: una nota donde se atribuye ser hijo de Sam, el hombre que le 
"ordena" que asesina. 
No contento con ello, envía una carta al periódico del New York Daily News que se encargaba de su caso, y en ella le agradece su atención y le promete que tendrá más de qué hablar. 
En el verano de 1977 se acaba su suerte: tras disparar a una pareja joven huye, pero alguien le ve y lo identifica. En agosto, el mes siguiente, fue arrestado. 
Buscando la libertad alega que escucha la voz de un demonio reencarnado en "Sam", el perro de su vecina, que le da órdenes para que mate a quien se ponga en su camino. Los psiquiatras le encontraron esquizofrénico paranoide con una personalidad antisocial, y le condenaron a cadena perpetua. 
Aunque la película no versa sobre él, sí que aparece como trasfondo: les hablo de "Summer of Sam", producción que realizó Spike Lee con John Leguizamo y Mira Sorvino como protagonistas. Allí puede verse a Berkowitz escuchando al perro del vecino. 



















2 comentarios:

  1. ESCALOFRIANTE. realmente personas sádicas; pero a fin de cuentas, si estamos aquí es porque esas historias nos gustan. que seria del mundo sin los asesinos ? ?????????

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  2. tienes razon los asesinos me ponen mogollon i son muy interesantes

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