Entradas populares

lunes, 14 de mayo de 2012

El libro de la calle 2: Las 2 caras de la vida

Aquí os dejo el primer capitulo de la segunda novela que en estos momentos estoy finalizando. Que lo disfrutéis.



                    (1)
El mejor día de mi vida y el peor




No hay destino que no se tuerza por el camino, no hay tiempo recorrido que no se olvide con su transcurso, no hay vida perfecta en un mundo imperfecto.
No es que mi vida este llena de emociones o diversiones constantes, la verdad es que no es nada de el otro mundo y creo que de este tampoco. Me han ocurrido cosas terribles, como a todo el mundo, pero también me han ocurrido cosas tan hermosas, tan increíbles, tan inesperadas, que algunas de ellas me dan pena olvidarlas, pero es necesario hacerlo, si quiero seguir viviendo en paz. Lo admito, casi todas son malas, es la cruda y decepcionante verdad, pero así es la vida, un fracaso tras otro, levantándote cada mañana de la cama pensando que el hoy será diferente que el ayer, hasta que te miras al espejo y ves que te estas mintiendo a ti mismo. Yo prefiero a veces mentirme, que abrir los ojos y ver en el mundo en el que estoy viviendo, ver en que se convierte la gente con una simple y abundante suma de dinero. De eso se trata nuestra vida, negociar para que otro gane dinero a costa de otros que se lo merecen mas y se lo han ganado con sudor y sangre. Pero quien cuenta la verdad, nadie, nadie se atreve a decir, o por lo menos a explicar lo que esta ocurriendo en muchas partes del mundo, lo que le esta pasando a millones y millones de personas.  Solo hay 3 razones innegables, de porque la gente no habla de todo esto:     
Primera: Como no, por el sucio dinero, que aunque me cueste admitirlo, no da la felicidad, eso es verdad, pero te ayuda a comprarla.
Segunda: El miedo, el  miedo que tiene la gente que sabe todo lo que esta pasando a contarlo, a hacerlo publico. Pero lo más irónico es que, la gente que lo sabe, no teme a terroristas, mafiosos o contrabandistas, o a lo mejor si, quien sabe, a los que de verdad teme son a los que deberían estar protegiendo nuestro país, vigilando las calles de sucios ladrones con un pasado triste y dramático. Estoy hablando de cómo no, de los policías o más aun, del gobierno. Todo eso es verdad, todo lo que habéis oído y visto en películas policíacas o de acción, todo es verdad. Cuando el gobierno no quiere que se sepa algo, porque crearía el pánico entre la multitud, porque seria una avalancha descontrolada de personas aterrorizadas por haber descubierto lo que de verdad esta pasando. Todo esto solo es una teoría, no hace falta que sea verdad, pero tampoco hace falta que sea mentira, eso siempre a dependido y dependerá de lo que la gente crea, por ella misma. La verdad es que yo siempre he sido muy positivo, yo miro siempre lo bueno que hay dentro de lo malo, pero es que no he tenido un buen comienzo de universidad. Con 18 años y aun no se arreglar mis propios problemas. Siempre le pido ayuda a mi mejor amiga Marta. Somos amigos desde que puedo recordar, yo siempre la defendía de los chicos que se metían con ella y ella siempre me ha defendido de las chicas que murmuraban y cotilleaban cosas a mis espaldas, que después se convertían en mentiras que recorrían todo el instituto, dejándome en ridículo delante de toda la gente. El instituto es la parte de mi vida que desearía olvidar, pero como bien se sabe nunca se escapa del pasado, y menos, cuando en el mismo infierno, habitan lugares con luz, una luz cegadora que te hace vibrar y tener ganas de saltar de alegría solamente con mirarla. He pasado momentos muy difíciles en el instituto, como casi toda la gente que cruza sus puertas llenas de alambres de espino venenoso. Lo único que a mí y a Marta nos ha mantenido con vida y esperanza en ese sitio, ha sido estar juntos siempre, contarnos nuestros problemas, llorar en el hombro del otro defendernos mutuamente, etc…Aunque como bien se sabe, el instituto es una selva, llena de ignorancia y leones preparados para desgarrarte la piel con sus insultos homófobos. Y para ellos que te defienda una chica, no es normal, no entra en su criterio. Estoy seguro de que he aguantado tanto en este sitio, por mi positividad, porque no me ha importado nunca lo que piense de mi la gente, porque en verdad, me daban mucha pena esos pobres cobardes que van en manada, buscando una presa para hacerse el macho alfa y ganarse el respeto de sus seguidores. Pero sobre todo he sobrevivido, gracias a la persona mas encantadora, amable y sincera que he conocido nunca, gracias a mi amiga Marta, la única persona que me entiende y no me mira de forma diferente por lo que ve, si no por lo que soy por dentro. Yo también la entiendo, ser chica no es nada fácil tampoco, no con esos demonios disfrazados de ángeles bondadosos y amables. La realidad de porque estoy  tan pesimista hoy, es que no se arreglar mis problemas por mi mismo, ya se que casi nadie puede, pero ese seguramente hay gente que abra arreglado sus problemas por propia voluntad, sin ayuda, pero yo no, yo siempre le he pedido consejo a Marta, aunque en mi casa no acepten que este todo el día con ella, les parece “anormal”, que un chico como yo esté todo el día con una chica como Marta, por la diferencia de clase social. Yo he nacido en una clase de familia, que según mi padre, es distinta a las demás... no se si fue suerte o una desgracia. Mis padres desde que era pequeño se han preocupado por mí, pero es una preocupación paterna muy diferente a las de las familias normales. Siempre han decidido por mi, hasta el punto de elegir con quien estar y que estudiar. Ahora estudio arquitectura, por que mi padre es arquitecto, uno de los mejores, pero que se ha preocupado más de su trabajo que por su hijo. De pequeño recuerdo que quería un perro, y lo tuve. Se llamaba Art, no se porque mi padre decidió ponerle ese nombre, pero a mi también me gusto. Duro unos 11 largos años, hasta que murió. Cuando falleció fue como si una parte de mi corazón se rompiera y desplomara contra el suelo. Un día mi madre sufrió una aneurisma cerebral cuando yo tenía 8 años, se desplomo en el suelo de la cocina y murió al instante, o eso dijeron los médicos. Desde entonces mi padre ya no fue el mismo, se olvido de que existía e ignoraba totalmente que aun tenia un hijo, que le quería, en lo profundo de su corazón. Se olvido de que vivíamos en la misma casa, hasta se olvido de venir a mi graduación. Aquel día si que lo pase mal. Cuando me levante a recoger el diploma oía aplausos de la gente, pero no oí los de mi padre. Menos mal que sí que oí los de mi amiga Marta, que en aquellos duros momentos me consolaba y era la única que me entendía, aun en día es la única que lo hace. O eso era hasta hace 3 días, que nos peleamos por una tontería. Hacia años que no discutíamos ni nos peleábamos, pero, sí que es verdad que me parezco un poco a mi padre, soy muy orgulloso con mis opiniones. Lo raro es que siempre he aceptado las opiniones de la gente, aunque nunca las he puesto como una opción, siempre se quedaron en frases diferentes a las que pensaba yo. Estos tres días, que he pasado sin Marta, no han sido iguales. Cada vez que la veía por la universidad (después de acabar el instituto decidimos seguir estando los dos juntos y no separarnos nunca, hasta el punto de estudiar el la misma universidad), me quedaba mirando hacia la nada, intentando acercarme a ella y disculparme, pero no se porque, mi mente me decía que era ella quien se tenia que disculpar. Yo siempre he sido demasiado bueno con la gente, siempre he sido un confiado tonto del culo, hasta el punto de dejarle cosas a las personas y no volver a verlas nunca mas. Yo siempre cada año por navidad, intento hacer regalos a todo el mundo, pero aveces le hago regalos a la gente que nunca me devolverá el favor, pero mira, es navidad, y la gente con demasiado corazón como yo, se le cambia la perspectiva de ver a la el mundo que le rodea. Hasta las felicitaciones de cumpleaños a mis amigos de siempre, se las intento hacer lo mas graciosas posible, me gusta ser gracioso y amable con todo el mundo, me gusta ver como la gente cuando cuento algo divertido se ríen con migo, no de mi. Mi tío Joel siempre ha dicho que me parezco a mi padre cuando tenia mi edad, en la forma tan graciosa, positiva y realista de ver la vida, aunque ahora se nota que ha cambiado bastante, espero que eso no me pase a mi. Cuando iba a entrar en clase, no se, no tenia ganas de aburrirme en una profesión que yo no quería estudiar, no me gustaba la tecnología en el instituto y no me gusta ahora. Mi padre siempre me ha orientado hacia su profesión, pero es que no me interesa nada en absoluto la arquitectura, pero cuando murió mi madre, no quería darle mas disgustos y al final me vi metido en un lió mayor, en el que ya era casi imposible de escapar. Me senté en uno de los bancos que teníamos en el patio, me quede mirando al suelo, sin saber que hacer con mi vida, me encontraba en un núcleo de pensamientos, que me hacían darle vueltas a millones de posibilidades de que hacer, pero ninguna me llegaba a convencer. Oí pasos acercándose, no tenia ganas de levantar la cabeza para ver quien era el que se acercaba hacia a mi, en un patio tan desierto aquellas horas. Se sentó a mi lado aquella misteriosa persona. Yo seguía mirando al suelo inmerso en mis pensamientos, cuando escuche que dijo:
-Estas bien? Te encuentras bien?-con un tono amable y cariñoso, que solo podría ser de una mujer.
Se estaría refiriendo a mi? Me estaría hablando a mi? Por un segundo me quede pensando si levantar la cabeza hacia ella o seguir mirando el frió y arenoso suelo. La levante para ver si era a mi al que me estaba hablando y de pronto, el tiempo se congelo, el sonido de los pájaros y de los coches dejo de sonar, mis pupilas se engrandecíeron, mi corazón palpitaba tan rápido, que se podían oír mis latidos a medio kilómetro, la boca se me secaba, las manos me temblaban, la frente me sudaba, sentía un cosquilleo en el estomago, como miles de mariposas revoloteando dentro de mi, tragaba saliva sin saber porque y la respiración cada vez era mas rápida...Que eran esos síntomas que ocurrían todos al mismo tiempo? Si, eran los signos adecuados para la peor y la mejor incurable de las enfermedades...el amor. Como si hubiera caído del cielo, flotando con alas blancas que amortiguan su caída, apareció ante mi, una especie de ángel, con ojos verdes como los prados, cabello liso, largo y marrón como la miel, labios perfectamente contorneados y piel de seda beige, que recubría su cuerpo modelado. Parecía un sueño así que intente abrir los ojos bien, para ver si era verdad o mentira, que la perfección existiera.
-Lo siento si me meto donde no me llaman. Pero te vi aquí sentado, mirando al suelo, que no se...me quería acercar para ver si estabas bien. Siento mucho haberte molestado. 
- dijo disculpándose, con la misma fina y dulce voz de antes.
-No, no, no me has molestado en absoluto, solo es que estaba aquí, respirando aire fresco, disfrutando de la tranquilidad, lejos del ruido y la gente, inmerso en mis pensamientos. Pero, no me has molestado para nada, tranquila...
Y con una sonrisa bonita y espectacular, su rostro obtuvo una cara de felicidad y satisfacción, que en pocas personas se puede ver.
-Bueno, yo me llamo Raul y tu eres...?
-Ha! Perdona, yo me llamo Tamara.
Tamara...que nombre tan bonito. Bueno, se podría decir, que en aquel momento cualquier palabra que saliese de su boca me parecería bonita, ya que aun estaba experimentando los efectos de esta horrible y hermosa enfermedad.
-Oye, y tu no eres de aquí no? Porque no recuerdo haberte visto por la universidad. -le pregunte extrañado, de no haberla visto merodeando los pasillos de la “uni”.
-Pues no, la verdad es que mi hermano estudia aquí, y quería ver como seria la universidad, en la que a lo mejor y espero profundamente, que dentro de 2 años pueda venir a estudiar.
-Anda! Así que tu hermano estudia aquí y tu vas a bachillerato!- dije sorprendido al descubrir la razón por la que ella se encontraba aquí.
-Bueno, la verdad es que acabo de terminar la ESO y estoy haciendo un curso formativo de hostelería. Es que, para ser sincera, el bachillerato es muy difícil y te ponen muchísimos mas deberes.
-Jajajaja, tienes toda la razón, yo por desgracia tuve que hacer bachillerato para entrar en la universidad, porque lo que yo estudio, no es suficiente con un ciclo formativo.
Me gusto la broma tan sincera que hizo, bueno, no llegó ha ser una broma buenísima, pero eso ya me decía mucho de ella. Por ejemplo, que no era una persona callada, que es de esas personas que animan las fiestas, rompiendo el hielo con cualquier tontería, pero que con esa tontería puede entablan una conversación y hacer que otros la entablen. Se parece a mi. A confíado en mi, para hacer una broma de esa categoría, arriesgándose a que a lo mejor no me riera... pero ese no asido el caso. Se le ve que es confiada con la gente que no conoce, eso podría ser un don y un error en ocasiones, porque no sabes a quien te puedes encontrar.
-Y que estudias?
-me pregunto.
-Pues yo, desgraciadamente estudio diseño y arquitectura urbana- le dije la verdad. Sera muy bonito y todo lo que queráis las superconstrucciones que hacen de rascacielos en estos tiempos, pero eso es algo que a mi ni me va ni me viene.
-Y porque dices desgraciadamente? Es que no te gusta lo que estudias?
-Pues no, la verdad es que no. Mira, esto no se lo dijo a todo el mundo la primera vez que los conozco, pero veo que eres buena persona, así que te lo contare. -le dije siendo sincero al 100% con ella, porque no se exactamente que era, pero algo dentro de mi cerebro me decía que hablara con ella, que no perdiera la oportunidad de estar con ella, porque a lo mejor seria la ultima vez que la veía, ojala que no fuera así, pero quien sabe.
-Mira yo lo que quería estudiar desde pequeño, era el mundo del espectáculo, el de teatro y el del cine, el séptimo arte. Nunca tuve ninguna duda con mi futuro. Mientras mis compañeros querían ser médicos,cantantes de rock y de pop o policías, yo no, yo quería aprenderme un guión y salir en una película y que por la calle me viesen y aunque no supiesen mi nombre dijeran “mira mama, es el hombre de esa película... Pero claro no contaba con mi padre. No es que fuese el quien me obligo a estudiar arquitectura, no, pero si que fue por el porque empecé a estudiarla. Después de que mi madre se muriera cuando tenia 8 años, yo y mi padre nos quedamos solos contra el mundo, y el que mas destrozado se quedo fue mi padre. Ahora ya lo lleva mas bien, pero no volvió a ser el mismo después de eso, nos distanciamos tanto, que andábamos por la misma casa todos los días y lo único que nos decíamos era un “hola, seco y sin sentimiento. Y como no quería que nos distanciáramos mas de lo que estábamos, tuve una idea que podría ser que nos uniera un poco mas...Decidí estudiar lo mismo que el, para que así se alegrara que su hijo quería ser lo mismo que su padre y estar mas unidos que nunca. De momento parece que mi idea no ha surtido efecto, porque se pasa día y noche con el ordenador, hablando por el móvil de asuntos de trabajo y aveces llorando solo en sueños. Me da tanta pena  pero me hace tanto daño no dándose cuenta que yo también he perdido a alguien. Y encima hace un par de días tuvimos una pelea delante de mi mejor amiga, que ya nos distancio del todo y sino, tiene que quedar muy poco espacio entre los dos. La pelea comenzó como siempre, el diciendo que no debería salir con gente que no fuera de mi misma talla y yo le dije que aunque ella fuese pobre y huérfana era mi amiga y me tendría que respectar y no decidir por mi con quien salgo o no. Marta se fue llorando de mi casa, yo intente perseguirla pero, ya era demasiado tarde, la había cagado del todo diciendo en un ataque de furia y ira que era pobre y huérfana. Se fue con su moto y desde entonces no nos hablamos y tampoco con mi padre... Por eso he decidido tomarme por lo menos un respiro de esta asignatura (que no tengo ganas de aprender), sentándome en este banco a pensar... Hostia! siento haberte aburrido contándote mis problemas, es que cuando me pongo ha hablar no paro, y menos de mi vida que es todo menos emocionante.
-No, tranquilo no me he aburrido para nada escuchándote. La verdad es que tienes una vida muy interesante y me gustaría volver a quedar para hablar, ahora si, de mi un poco jijijiji. Claro, si te parece bien?
Sabia que un poco si que se había aburrido. La verdad es que no debía haberle contado toda mi vida personal si no la conozco de nada. Yo también soy un poco confiado con las personas, algo que no me había pasado desde que estoy con Marta, que raro. Bueno, ahora debía decidirme si quedar otra vez con esta chica llamada Tamara, que he conocido hoy y misteriosamente a primera vista, me ha enamorado o quedarme lamentándome en mi habitación porque mi vida se esta yendo a la mierda. 
-Me parece estupendo! Me gustaría saber mas de ti, ya que tu ya has escuchado casi toda mi vida. Cuando podríamos quedar?- dije que si, que diablos! Si, mi vida se esta yendo por el retrete, pero eso no es escusa para rechazar la llamada de cupido, que puede me abra las puertas a un lugar donde no se vea tan oscuro todo o me las abra a un lugar aun mas sombrío. Pero me arriesgare a las consecuencias.
-Pues no se, yo tengo clases por la mañana de 9 a 14:00, de lunes a viernes, después tengo todo el día libre.
-me dijo, explicándome detalladamente su horario, que casualmente coincidía con el mio.
-Pues haces el mismo horario que yo, lo que pasa es que yo los miércoles y viernes por la tarde quedo con un grupo de amigos en la biblioteca para repasar las clases. -aunque no me gustara mucho ir a esos repasos por la tarde, (ya que este tema no es que me complazca mucho) pero si no voy sin justificar mi ausencia podrían sospechar.
-Pues mira que bien! Pues entonces te parece que quedemos pasado mañana, en el centro comercial a las 17:00?
-Me parece genial!- yo por dentro saltaba de alegría. No me podía creer que iba a quedar con ella.
Entonces sonó el timbre, ya eran las 14:00. Habíamos estado hablando por lo menos 1 hora y había pasado volando.
-Puf! Si que hemos estado hablando rato. No me he dado ni cuenta de que ha pasado tan rápido el tiempo.
-dijo ella tan sorprendida como yo de que el tiempo pasara así de raudo.
-Bueno, pues nos vemos pasado mañana en el centro comercial.
-Allí estaré, esperándote el primero.
-No si llego yo antes!
-dijo alejándose con un gesto alegre en la cara que paralizaría al mismo viento.
Y con un adiós y una sonrisa los dos en la cara, nos despedíamos hasta el jueves. Se podría decir y afirmaría una y otra vez que hoy ha sido el mejor día de mi vida. Como una persona que no conozco de nada, viene ha mi ha hablarme sin conocerme y yo tampoco ella y me alegra el día con una sonrisa y escuchándome atentamente. Es impresionante las cosas que pueden pasar en tan poco tiempo. De pronto el móvil me vibro en el bolsillo haciéndome saltar del susto y despertándome de mi mundo enamorado.
-Si, quien es?
-Hola es usted Raul Gutierrez Gomez?
-me pregunto un hombre con un voz muy seria
-Si soy yo, pasa alguna cosa?
-La verdad es que si Sr.Raul. Lo primero de todo le pido que se calme y venga lo antes posible al hospital Santa Maria de Lougart.
-Al hospital! Que ha pasado!- dije poniéndome cada vez mas nervioso.
-Conoce usted a Marta Mendez Savir?
-Si la conozco, es que le ha pasado alguna cosa?
-La Sra. Mendez ha tenido un accidente de moto. Ahora mismo esta siendo tratada por los médicos y se encuentra en estado de coma inducido por el golpe. Por eso le pido que venga lo antes posible al hospital, ya que es usted el único que sale en la lista de contactos de su móvil, para que llamemos en caso de accidente.
No podía ser...no podía estar pasando. El móvil se me cayó al suelo y me quede inmóvil, paralizado, sin mover ningún músculo y mirando hacia la nada...El mejor día de mi vida se había convertido en el peor...